En el deporte y en el ámbito competitivo y del rendimiento son muchas las cualidades que debe de tener un sujeto para lograr la “excelencia”. Las habilidades innatas (que no son aprendidas y pertenecen a la naturaleza de un ser desde su origen o nacimiento) descartan automáticamente a un sujeto de un entorno deportivo y aglomeran a los talentos para una práctica concreta. Ruiz Pérez (1) se refirió a estos últimos como: “aquellos que manifiestan niveles de habilidad extraordinarios en competencia motriz y que por lo tanto, están provistos de una carga intrínseca que les proporcionará una gran probabilidad de llegar a un rendimiento deportivo en condiciones de tener resultados de máximo nivel”. Esos deportistas son los que con un “saber hacer” adquirido en la experiencia a partir de la práctica, han logrado llegar al alto rendimiento y son los que, en la mayoría de los casos, habrán dispuesto de los recursos metodológicos precisos (2). Una vez que esos jóvenes talentos han sido seleccionados, comienza un duro camino por intentar ser el mejor, llegar a la cima y culminar muchos años de sacrificio.
Cualquier sistema (deportivo, educativo, social…) establece una serie de criterios cuyo objetivo es garantizar la homogeneidad de los colectivos a fin de no provocar diferencias significativas entre los sujetos de un mismo grupo y poder ajustar con ello la dificultad de las tareas propuestas al nivel madurativo medio (3). Para evitar grandes diferencias entre los niños y jóvenes tanto en sistemas escolares como en sistemas deportivos, estos son agrupados de acuerdo con su edad. González Aramendi (4) nos define la diferencia de días que existe entre los sujetos nacidos en el mismo año natural como Edad Relativa y las consecuencias que esta diferencia tiene sobre los sujetos como el Efecto Relativo de la Edad (RAE) .
Muchos son los autores que han indagado en este tema. Algunos de ellos lo describen de la siguiente manera:
· Según Lesma (4), el efecto de la edad relativa consiste en la menor presencia en un ámbito determinado de los nacidos en los últimos meses del año. Esta definición presupone que el corte de edad se produzca en enero, existiendo estudios que demuestran que el efecto también se produce cuando el corte se realiza en otros meses del año. En este caso la mayor presencia en ese ámbito la tendrán los nacidos inmediatamente después de esa fecha de corte.
· González Aramendi (5) explica que las posibilidades de promoción deportiva son menores en los jóvenes nacidos en los últimos meses del año deportivo, debido a su menor grado de madurez física, mental y emocional. Este fenómeno, conocido como Efecto Relativo de la Edad o RAE, no sólo afecta al desarrollo deportivo del joven, sino a la misma participación en las actividades deportivas.
· Mújika et. al. (6), en un interesante artículo sobre RAE en el fútbol de élite dicen que el efecto de la edad relativa es una distribución desigual de la fecha de nacimiento favoreciendo sujetos nacidos en los meses iniciales de un año de selección.
· Martín Acero (7) habla del Efecto Relativo de la Edad como la probabilidad de que los deportistas nacidos en el primer semestre del año dispongan de más posibilidades para llegar a participar en las competiciones de alto rendimiento.
Todas estas definiciones presuponen que el corte de edad se produzca en enero, pese a que existen estudios que demuestran que el efecto también se produce cuando el corte se realiza en otros meses del año. En este caso la mayor presencia en ese ámbito la tendrán los nacidos inmediatamente después de esa fecha de corte (5).
El problema que existe aplicando un corte de este tipo es que los deportistas nacidos en el mismo año natural, pero con diez u once meses de diferencia, pueden encontrarse con grandes diferencias de madurez física que pueden influir (en unos casos para mejor y en otros casos para peor) en el rendimiento y la competición de estos jóvenes jugadores. Una diferencia de 10-11 meses a la edad de 10 años, representa una diferencia de casi un 10% en la experiencia vital. Y si un niño comienza a entrenar en un deporte a los 6 años de edad, el RAE implica una diferencia de experiencia a los 10 años del 25% que puede resultar mucho mayor si se consideran las diferencias en tiempo de juego real entre los jugadores más maduros y veteranos y los menos experimentados y desarrollados (8).
Por ello, la tendencia de los entrenadores es a seleccionar para su equipo y partidos de competición a los jugadores más maduros, lo que propicia la acumulación de experiencias en los más fuertes, competitivos y por consiguiente, los nacidos en el comienzo del año (o cercanos a la fecha de corte). Estas decisiones van unidas a una menor estimulación y exigencia a los menos fuertes y nacidos en la segunda parte del año (o más alejados de la fecha de corte). Estos jugadores podrán alcanzar las máximas divisiones pero deberán de superar el efecto relativo de la edad (RAE) a través de otras variables, como por ejemplo las cualidades técnicas, las físicas u otras competencias sociales, estratégicas y/o tácticas (7).
¿Qué es el entrenamiento funcional?
El término de Entrenamiento Funcional (Functional Training) se ha puesto de moda en los últimos años, siendo una práctica habitual tanto en el fitness como en el ámbito deportivo.
Cuando hablamos de entrenamiento funcional nos estamos refiriendo a aquel que se realiza con algún propósito , por lo tanto, cuando realizamos este tipo de entrenamiento dentro de una especificidad deportiva, tratamos de que este entrenamiento tenga algún tipo de transferencia para la mejora de nuestro rendimiento. Un aspecto importante a tener en cuenta es que el entrenamiento funcional entrena movimientos y no músculos .
Como nos cuenta Boyle en su libro, el doctor Gary Gray, durante sus cursos impartidos en los años 90, se salió ligeramente de la teoría anatómica de origen-inserción conocida hasta el momento y promovió una visión diferente del movimiento muscular basado en las cadenas cinéticas. Principalmente defendía un nuevo concepto de anatomía funcional en la que hablaba sobre la función de la musculatura en el movimiento del cuerpo, como trabajo complementario de agonistas y antagonistas y no solo como controladora de una articulación aislada.
De este modo, el entrenamiento que se desarrolla partiendo de este concepto de anatomía funcional, es aquel que se fundamenta en la realización de ejercicios que tengan algún tipo de similitud o transferencia hacia nuestra vida cotidiana
Es muy habitual hoy en día hablar con alguien sobre tu dedicación profesional, explicarle que eres un Readaptador Físico-Deportivo y que te responda: “¿readapta… qué?”. De hecho, el propio corrector de Office me subraya la palabra cada vez que la escribo en mi pc, ya que no la reconoce. Y es que no somos muchos, pero si cada vez más. No hacemos mucho ruido, pero danos algo más de tiempo, porque nos estamos haciendo un hueco en el mercado laboral y acabaremos siendo tu opción preferida. Pero te preguntarás… ¿mi opción preferida para qué? Pues para ayudarte a mejorar tu salud y calidad de vida.
Un Readaptador es un profesional cualificado en actividad física y deporte que te ayudará en la recuperación de una lesión o de una patología relacionada con el aparato motor. Las competencias del Readaptador vienen determinadas por el Currículo del Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, lo que quiere decir que a la hora de contar con sus servicios debes asegurarte estar contratando a un profesional cualificado.
La práctica deportiva habitual no está exenta de poder sufrir lesiones o riesgos para la salud y la calidad de vida de las personas. Hasta no hace mucho, todos los esfuerzos se centraban en la localización del trauma y el tratamiento del mismo, siendo los especialistas clínicos (médicos y fisioterapeutas) los encargados del proceso de curación del problema en cuestión. Cuando alguien tenía una lesión acudía al especialista clínico a tratarlo hasta que desapareciera pero, ¿cuántas veces ha reaparecido, semanas, meses o años más tarde? Actualmente existe un enfoque diferente, en el que se buscan estrategias de intervención no solo para recuperar dicho problema, sino para prevenir la reaparición del mismo o de otros relacionados con una recuperación incompleta.
No solo la práctica deportiva, si no la práctica laboral en muchos casos favorece la aparición de problemas o patologías que nos afectan en nuestro día a día, como por ejemplo puede ser una mala postura en la oficina o disfunciones motoras debido al transporte de cargas elevadas. Estos problemas son más comunes de lo que la gente se cree y tratamos de sobrellevarlos de la mejor manera posible a través de sesiones de fisioterapia y medicamentos que nos ayuden a paliar el dolor, el malestar o la incomodez propia de una lesión.
Pero nosotros tenemos la palabra clave, la herramienta desconocida hasta hace poco pero que es capaz de combatir hasta el medicamento más potente: la actividad física . Este nuevo enfoque del que hemos hablando lo lleva a cabo el Readaptador Físico-Deportivo y debe de ser parte de un trabajo multidisciplinar (Médico – Fisioterapeuta – Readaptador) . No nos olvidemos que para llegar al punto en el que tu problema se puede solucionar mediante la actividad física, has tenido que tratarlo clínicamente y seguir una fase de curación específica de los profesionales clínicos.
Es tal la necesidad de esta figura profesional, que actualmente existen multitud de clubes deportivos a nivel profesional que cuentan con uno o varios Readaptadores entre sus empleados. También los deportistas individuales (atletas, tenistas, nadadores, etc.) cuentan con profesionales de la Readaptación en su círculo de confianza a los que acudir en caso de necesidad, ya que no solo necesitan que desaparezca su problema, sino que tratan de evitar la reaparición que les impida rendir a su mejor nivel en un futuro.
Por lo tanto, estaremos de acuerdo en que la figura del Readaptador no solo es necesaria dentro del mundo deportivo, sino que tenemos un hueco importante en la vida cotidiana de las personas. Y no es que lo digamos nosotros, es que lo dicen nuestras competencias y nuestra cualificación profesional. Cada vez más médicos, sobre todo especialistas en traumatología, tienen en cuenta nuestra figura a la hora de derivar a un paciente con problemas motores que le impiden llevar un ritmo de vida normal, puesto que creen en los beneficios de la actividad física a la hora de recuperar una lesión o patología.
Para terminar de entender de forma muy general a figura del Readaptador vamos a responder a varias preguntas:
¿Qué es un Readaptador? Un profesional cualificado, especialista en actividad física y deporte.
¿Necesita alguna especialización? El Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte dota de las competencias necesarias para llevar a cabo la actividad. Independientemente de esto, se necesitan altos conocimientos en anatomía y fisiología humana, en periodización del entrenamiento y en control motor, que se pueden adquirir a mayores en alguno de los másteres concretos que existen en el ámbito de la Readaptación.
¿Qué significa qué forme parte de un equipo multidisciplinar? Los especialistas sanitarios son grandes profesionales que te ayudarán a tratar el trauma en cuestión desde una perspectiva clínica. Cuando contratamos un Readaptador estamos buscando las estrategias de intervención necesarias para prevenir la futura reaparición del problema mediante la actividad física. El Readaptador nos ayudara a restaurar los patrones motores básicos, a mejorar los déficits de fuerza derivados de la lesión y/o a recuperar la condición física necesaria para volver a rendir con normalidad en nuestras actividades cotidianas.Próximamente continuaremos hablando sobre aspectos más concretos de esta figura profesional que ya se encuentra normalizada en la sociedad actual.